¿Retrasar la primer taza de café puede beneficiarte?
Muchos consumidores de café se preguntan si retrasar la primera taza de café del día podría mejorar su energía, reducir el estrés o prevenir el conocido bajón de la tarde.
Algunos sugieren que esperar una o dos horas después de despertarse permite que el ritmo natural de cortisol del cuerpo se equilibre antes de añadir cafeína.
En este experimento, la autora Sarah Choi, exploró esta idea cambiando el horario de su café matutino habitual. Su objetivo era comprobar si un consumo más tardío supondría una diferencia notable en su energía, concentración y rendimiento diario en general.

Lo que dicen las investigaciones
Las investigaciones sobre los beneficios de retrasar el café matutino aún son limitadas. Un estudio de 2024 evaluó si esperar entre 1,5 y 2 horas después de despertarse podía ayudar a reducir los picos de cortisol o prevenir la caída de energía de la tarde.
Los resultados mostraron que la cafeína sigue aumentando el cortisol incluso cuando se retrasa el consumo de café. Sin embargo, este efecto fue menos significativo en los consumidores habituales de café que ingieren alrededor de 200 mg al día y casi inexistente en los que consumen entre 300 y 600 mg.
El estudio tampoco encontró pruebas de que la cafeína altere el ritmo natural del cortisol en el organismo. En general, ajustar el momento de tomar café parece seguro, pero puede que no aporte grandes beneficios.
Lo que Sarah Choi hizo en este experimento
Sarah Choi nos dice que suele levantarse alrededor de las 8:30 a. m. y toma dos cafés expresos de tueste oscuro, unos 130 mg de cafeína, en la primera media hora de la mañana. Esta rutina suele tener lugar antes de comer nada.
Para el experimento, la cantidad y el tipo de cafeína se mantuvieron iguales, pero se modificó el horario. En lugar del café habitual a primera hora, la primera taza se retrasó hasta al menos las 10:30 a. m.
Este ajuste creó un claro contraste entre la rutina establecida y el nuevo horario, lo que permitió observar más directamente los efectos del retraso en el consumo de café.
¿Que efectos tuvo?
Durante el experimento, Sarah Choi no notó ninguna diferencia significativa en cuanto a energía, estrés o concentración en comparación con su rutina habitual. El principal cambio fue sentirse un poco más cansada durante las primeras horas de la mañana, antes de tomar café.
El típico bajón de media tarde seguía produciéndose, alrededor de las 3 p. m., independientemente de si se tomaba el café temprano o más tarde.
En general, cambiar el momento de tomar el café no pareció influir de manera significativa en sus patrones de energía diarios.
¿Lo volvería a hacer?
La autora concluyó que retrasar el consumo de café no aportaba ningún beneficio. Al contrario, la hacía sentir cansada por la mañana y menos productiva.
El bajón de la tarde tampoco varió, lo que demuestra que el cambio de horario no mejoró el nivel de energía general.
No obstante, señala que los resultados pueden variar de una persona a otra. Dado que ajustar el horario del café tiene pocas desventajas, puede que a otras personas les merezca la pena probarlo.
La conclusión de la autora
Sarah Choi concluyó que las investigaciones actuales no respaldan la idea de que retrasar el consumo de café reduzca los picos de cortisol o evite el bajón de energía de la tarde.
En este experimento personal, no se encontraron diferencias significativas en los niveles de energía o estrés cuando se consumió café más tarde.
En última instancia, el momento en que se consume la cafeína es una elección personal. Dado que ajustarlo conlleva pocos riesgos, cada persona puede experimentar para ver qué es lo que mejor le funciona.
Nota original publicada el 15 de Septiembre de 2025 por Sarah Choi; “I Tried Delaying My Morning Coffee” en healthline.